domingo, 27 de enero de 2019

LA CURIOSA CONVENCIÓN NACIONAL DEL "PP" Y SUS OLVIDOS

    Últimamente el "PP" de Casado parece tener, cada vez con más frecuencia, ataques de amnesia. Así se vio en la Convención Nacional del ""PP", que pretendía el rearme ideológico y mostrar la unidad, bajo el emblema "España en libertad". Durante su desarrollo el nuevo presidente sufrió numerosos olvidos: unas semanas antes había dicho "en lo fundamental estoy de acuerdo con Vox"; también hace pocas fechas, acostumbraba a resucitar frases de José Antonio, así decía con frecuencia: "la nación no es una lengua, ni una raza ni un territorio. Es una unidad de destino en lo universal". Pese a todo dijo, en su intervención, que era de centro/derecha. También olvidó que hacía unos meses Rajoy había perdido, en una excepcional Moción de Censura, la Presidencia del Gobierno, por una sentencia sobre corrupción y que aún había muchas más pendientes, entre ellas una que Casado publicitó sobremanera, cómo fue el espionaje de Villarejo, con el que él también compartió mesa y mantel... En general se le olvidó hablar de la corrupción. En su intervención, con la mayor dureza de su último tiempo, se dedicó a "insultar" al PSOE y a Pedro Sánchez y a repetir que son los mejores y que sólo ellos pueden salvar a España. Como es natural se multiplicaron los aplausos. Lo que el "PP" montó el pasado fin de semana, durante tres días, se redujo a las intervenciones de 44 dirigentes, sin aportar ninguna ponencia o manifiesto que cumpliera los propósitos de la convocatoria. En resumen, todo se redujo a nada.
   Se olvidaron especialmente de hacer un análisis critico, es decir, reflexionar sobre las causas históricas de la bajada de votos, pues parece evidente que cuando el "PP" ganaba era cuando ocupaba, de hecho, el centro y actuaba con moderación y sin estridencias, y todo el mal empezó y siguió con la corrupción. De haber hecho eso, hubieran hablado de corrupción y se hubieran dado cuenta de que su acercamiento ideológico a Vox, el protagonismo que le ha regalado para conseguir su apoyo y sus intervenciones recientes, cercanas a la extrema derecha, son actuaciones políticas que van a restar votos al "PP" en los próximos procesos electorales. Unos días antes había recibido las críticas, en este sentido, de varios presidentes regionales de su partido y Rajoy, en su intervención, advirtió: "No es bueno el sectarismo ni los adoctrinadores". También intervino el portavoz de TABARNIA, Jaume Vicens (invitado especialmente por Casado), que dijo algunas cosas que podían molestar. "El 155 llegó tarde y mal", dijo refiriéndose a la decisión de Rajoy de limitar la suspensión de la autonomía catalana a un plazo de unos meses. La gente se ha sentido abandonada (por el anterior Gobierno), continuó. Había también otros marginados: "A los católicos y los no nacionalistas se les ha dado la patada durante muchos años". También ha afirmado que "mucha gente" está enfadada con esta formación, avisando de que el "daño hecho" no se va a arreglar en un año. "Me piden que os diga que os afiliéis a Vox y que los que no lo hagáis, elijáis buenos compañeros de viaje", ha sugerido. En el "PP" han declarado que son unas palabras sin importancia. 
   En la Convención quedó claro que terminaba el tiempo de Rajoy y comenzaba el aznarismo. En los aplausos, después de intervenir, Rajoy fue ganador pues duraron 30 segundos. Parece que aún le quedan amigos. Los indicios apuntan a que la convención programática del PP certificó la derechización y el abandono del pragmatismo que había caracterizado el mandato de Mariano Rajoy, como ya ocurre en otros países europeos. Nada más empezar la contienda por el liderazgo de los populares, Casado dijo claramente que quería recuperar a los votantes que se habían ido a Vox. Toda una declaración de intenciones. Mientras Cs quiere, ahora, ocupar el centro. 

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