domingo, 6 de enero de 2019

RIESGO DE INVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA EN ESPAÑA

El título puede resultar alarmista, pero tengo que reconocer que el aviso se viene haciendo desde hace años, cuando se pensaba que dentro del "PP" se ocultaba una extrema derecha que se consideraba representada por un Rajoy que presumía de su respeto al franquismo por no haber gastado un "€" en cumplir la Ley de la Memoria Histórica. Ahora todo se hace más visible, la aparición de VOX y su apoyo ciudadano en las elecciones andaluzas indican claramente que esta involución pude ser real también en España. Si miramos al exterior este proceso se está desarrollando en una buena parte de Europa, en EE.UU. y en la mayoría de países de América Latina. Lo curioso es que este proceso de limitación de libertades y que elimina las políticas sociales llega al poder en países democráticos, con el voto de los más necesitados e incluso, como en EE. UU., con el voto de los propios emigrantes.
En España, Andalucía puede ser la vacuna de cuya experiencia saquemos defensas para evitar el avance de la involución. Presenta además algunas características similares al resto del mundo, analicemos: Vox ha tenido 400.000 votos en Andalucía, precisamente en las zonas más pobres, un 11% de los votos contabilizados y 12 diputados; ciudadanos y ciudadanas (de éstas muchas menos, por cierto) que han puesto en la urna un voto ultraderechista, xenófobo, homófono y ultraconservador. Además Vox ha conseguido, con el apoyo de Cs y PP, un puesto en una Mesa de siete componentes, la misma representación que Podemos (Adelante Andalucía), con muchos más votos. Si profundizamos más, es necesario señalar que somos un país con un fuerte componente cultural de la religión católica, que nos aporta un sentido dogmático-excluyente que en algunos momentos se muestra en nuestra forma de ver la política y en el debate de los partidos, en los que normalmente prima el sentimiento sobre la razón y el programa. Además, al contrario que en otros países europeos, una buena parte de nuestros ciudadanos tiene añoranza franquista, pues la "transición" mantuvo intactos los privilegios económicos conseguidos por los sectores sociales más potentes.
La ventaja de esta situación involutiva ha sido que se ha presentado en una autonomía, no en el gobierno de la nación, que puede mostrarnos anticipadamente la verdadera cara de los partidos que, hasta ahora, han ido cambiando su posición en función de sus propios intereses, unas veces defendiendo la lucha anticorrupción y otras utilizando Cataluña o la emigración para ocultar su verdadero rostro. Quizás el modelo pueda ser Cs que erigiéndose en el partido anticorrupción ha mantenido con sus votos a Rajoy, incluso en la Moción de Censura y ahora se justifica diciendo que intenta llegar al gobierno andaluz con el apoyo, pero sin apoyarse en los votos de Vox, difícil, ¿no?, pero recordemos que con esa táctica, acomodaticia, hasta ahora les ha ido bien. El "PP", que ya dejó el centro/derecha, parece inclinarse por los valores de Vox.
Pudiera ser útil que el triunvirato llegara a gobernar, pues en los debates quedarían claras sus propias contradicciones y nadie se llamaría a engaño al votar en el año 2019, pero este pasado jueves todo se ha adelantado, al conocerse un tweet publicado por Vox en su cuenta oficial, haciendo esta advertencia: “PP y Ciudadanos se han comprometido a implementar ‘con dotación presupuestaria suficiente’ las medidas dictadas por la ideología de género y las asociaciones feministas y podemitas radicales. VOX no les dará su apoyo si no eliminan, entre otros, este punto de su acuerdo”. Todo se adelanta y ya hay graves tensiones entre "PP" y Cs, lo que pone en riesgo los acuerdos firmados.  Es inevitable que más pronto que tarde veamos su verdadero rostro. 
Es necesaria una respuesta clara y contundente de los partidos de izquierda.

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