En esta pasada semana, se ha producido la presentación de candidatos por los distintos partidos, que nos ha aportado una importante información, especialmente del tripartito en general y de Vox en particular. Partido, este último, que se ha adueñado, quizás en exceso, de la información mediática. Conviene analizar esta información, para entender las razones por las que afirmo la transcendencia de las elecciones del 28A.
Vox ha deslizado algunas de sus propuestas en un documento llamado "100 medidas para la España viva", unido a lo dicho en la última declaración de Vistalegre y a las declaraciones de algunos candidatos. Todo ello a falta de un programa electoral consistente. De esta amalgama destaco lo que considero más relevante. Recordar que acudirá a las elecciones generales, autonómicas y europeas, para conseguir grupo parlamentario en las tres y las encuestas le favorecen. Veamos la selección.
Destaco en primer lugar que jamás un partido tan explícitamente negacionista del holocausto, xenófobo, anti-feminista o anti-estado de las autonomías había logrado reunir, al menos en apariencia, tantos apoyos. Su idea de la unidad de España consiste en crear un Estado centralizado absolutamente, lo que supone: la desaparición de las autonomías, de los idiomas distintos al castellano y en general de los aspectos culturales e históricos que le son propios; suprimirán la Ley de la Memoria Histórica y la Ley de Violencia de Género; no propone la salida de la UE., pero no consideran la cesión de soberanía, lo que hace inviable la permanencia de España en la UE.; sacarán una ley que permitirá la posesión de armas a las "personas de bien" y sin trastornos mentales, para su propia defensa; también una ley para ilegalizar partidos en función de las ideas que defiendan en su programa electoral y comenzará por la ilegalización de Podemos... Como comportamientos, ya en marcha, se destaca que su financiación se realizará con caja B, utilizando testaferros y fragmentando las aportaciones para violar la ley (todo ello denunciado por excargos de Vox). Anteriormente, esta financiación procedía de un grupo iraní, de ideología comunista y considerado terrorista. Juzgue cada uno.
Después de conocido esto y más, Cs y "PP" deberían explicar las razones por las que con Vox forman parte de lo que ellos llaman el "tripartido constitucional" y si mantienen su unidad con Vox, caso de tener mayoría. Hasta ahora conocemos que Pablo Casado ha dicho que Abascal ficha a nostálgicos del franquismo. El pasado viernes surgió la noticia de que Cs y "PP" cambian la estrategia y pasan al ataque contra Vox, aunque no dicen que harán si lo necesitan para poder gobernar y si dejan Andalucía.
Tanto Cs como "PP" siguen, sin sentido de Estado alguno, utilizando Cataluña como su juguete electoral, ahora exigiendo que intervenga el Gobierno en la prohibición por la JEC de mantener los emblemas nacionalistas en las instituciones. Los hechos han demostrado, una vez más, que ése no era el camino. Pablo Casado, pese a pensar que la corrupción en el "PP" era un problema de otro tiempo, ahora conocemos que, al mismo tiempo que ha nombrado a Alfredo Prada (consejero de la Comunidad de Madrid) para vigilar la corrupción, la A.N. le imputa "presuntamente" por irregularidades en la construcción del Campus de la Justicia en esa Comunidad. Un clásico del viejo "PP".
Cs, antaño adalid de la anticorrupción, consiguió el gobierno en cuatro pueblos de la Comunidad de Madrid y ha sido expulsado en tres de ellos por corrupción y mala gestión. Siguen los conflictos por los pucherazos y los fichajes estrella.
Por lo afirmado, estas elecciones son transcendentales, pues está en juego la salud de nuestra democracia y me atrevería a decir que incluso la supervivencia. Por ello, más que nunca, es necesario ir a votar e informarse bien. España lo necesita.
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