domingo, 17 de marzo de 2019

SENSACIONES Y REFLEXIONES UNA SEMANA DESPUÉS DEL 8M

     Pasados unos días, resulta indudable que este 8M constituyó un enorme éxito. España se situaba en la vanguardia del feminismo transversal, al menos en Europa. Destacó la alta presencia de mujeres jóvenes como algo enormemente alentador. Históricamente los grandes cambios, y este lo es, han sido protagonizados por generaciones jóvenes. Reconozco también que no se ha avanzado suficientemente en los temas más importantes: la educación aún no ha tomado cartas en el asunto y existe un repunte del machismo en jóvenes adolescentes; la brecha salarial y la discriminación en la búsqueda de empleo sigue intacta, pese al considerable aumento de la presencia de la mujer en la universidad donde hoy forman mayoría en número y con mejores calificaciones; los casos graves de violencia machista siguen creciendo (13 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año). Es cierto que esta semana se ha cambiado el protocolo de la policía en materia de protección y seguridad y que el TS considera que puede haber maltrato sin lesiones. En este aspecto la izquierda, que es la defensora con algunos nacionalistas, del feminismo sin adjetivos, debe tener claro el problema y empezar a tomar medidas concretas cuanto antes, si se ganan las elecciones del 28A.
    Podríamos preguntarnos: ¿El 8M ha beneficiado a los partidos de izquierda? Puede que sí, pero sólo el 28 de abril se sabrá en qué medida. Dar por supuesto algo, pese a las encuestas, sería un grave error, pues el ambiente sigue enrarecido.
    Pese al poco tiempo transcurrido existen nuevos posicionamientos en el tripartito. Cada uno intenta definir su propio espacio, pero tanto "PP" como Cs no encuentran su sitio, mientras Vox lo ha encontrado y avanza a costa del "PP". Veamos:
    Vox ha aprovechado el domingo día 10, para celebrar su marcha antifeminista. Bajo el lema 'En femenino sí y en masculino también' se han manifestado en Madrid en defensa de la familia. Entre gritos de "sí a la mujer, sí al varón" y bajo pancartas contra  Pedro Sánchez intentan eliminar la Ley de Violencia de Género. Lo curioso es que su representante en el Senado no ha jurado la Constitución y no pasa nada.
    El "PP" de Pablo Casado es contrario al feminismo  y lo consideran una lucha de sexos por lo que no han participado, perdiendo la oportunidad de separarse de Vox.
   Ya propusieron marcar programa para asegurar las pensiones, plantearon aplazar la repatriación de las emigrantes embarazadas si dan su hijo en adopción y volver a la Ley del aborto de 1985. Ahora dice que es falso. Ha pedido a Vox, sin éxito, que no presente candidato en las provincias pequeñas. Mientras, su conflicto interno en el "PP" crece.
     Cs puso adjetivo al feminismo para conseguir el voto de todos los lados. Ahora se están descubriendo situaciones impensables: Ciudadanos pagó para que Rivera no fuese denunciado por acoso. La formación naranja abonó 153.000 euros por despedir a su jefa de prensa tras quedarse embarazada (José María Garrido. Sábado, 9 de marzo de 2019 en El Plural.com). El pasado lunes, Rivera sufrió un revés interno por su política de fichajes procedentes de otros partidos, para conseguir votos a toda costa y se vio obligado a reconocer al candidato crítico Francisco Igea, como vencedor de las primarias de Castilla-León por haber descubierto un pucherazo la Comisión de Garantías del partido, por existir un exceso de 82 votos que dieron el vuelco al resultado anunciado dos días antes. Parece que Cs silenció el fraude en las primarias hasta que los críticos amenazaron con ir al juzgado.  Además, Rivera quiso llevar en su programa el objetivo final de la eliminación de la hacienda propia de Navarra y ahora pacta con UPN y "PP"... Recuerda a Groucho Marx, cuando dijo: "Estos son mis principios y si no te gustan, tengo otros". Rivera lleva al Cs al desastre. "PP" y Cs atraviesan mal momento.

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