domingo, 15 de marzo de 2020

PP Y VOX, ANTE LA CRISIS DEL COVID-19, NO HAN DADO LA TALLA

    En estos días, la epidemia del coronavirus ha entrado en una fase absolutamente rápida, exigiendo cada vez medidas más drásticas. A la vez que crecía la enfermedad como tal, veíamos cómo afectaba brutalmente al desarrollo de la economía en todos los frentes, desde autónomos hasta las grandes empresas del Ibex, al turismo, al transporte, al trabajo, al deporte..., a la vez que se extendía a todas las partes del mundo (118 países), hasta el punto de que la OMS la declaró pandemia global. Su Presidente dio un áspero toque de atención: “Estamos muy preocupados por los alarmantes niveles de propagación y gravedad. La situación ha adquirido un perfil del que carecemos de referencias en nuestro país, aunque disponemos de las medidas tomadas en China e incluso en Italia. Con el agravante de que España sigue viviendo los enormes recortes en sanidad del tiempo de Rajoy. 
    La epidemia es muy cambiante, en unos días hemos pasado de que el centro sea China a Europa, lo que obliga a nuevas y más duras decisiones. Según manifestaciones del Presidente Sánchez se han inyectado inmediatamente 14.000 millones de € en la economía e invertido otros 3.800 millones en Sanidad y se esperan nuevas medidas y nuevos gastos que supondrán grandes reformas en los Presupuestos Generales del Estado. Todo ello con la colaboración de las autonomías y municipios, sean del signo que sean, destacando al Presidente de la Comunidad de Madrid por su colaboración. El Consejo de Ministros, previo conocimiento del Rey, acordó la declaración de Estado de Alarma, que comenzaría su aplicación este fin de semana y durará quince días. EE UU tomaba también medidas excepcionales con la complicidad de los demócratas. 
    En esta situación parecería obligado que en la política debería existir una tregua en sus críticas y dar ejemplo de unidad y colaboración, incorporando apoyos y soluciones. Es un tema de Estado y sólo debe importar la salud de la gente. Pasada la crisis, sería justo y saludable para la democracia una crítica que evite futuros errores.
    Ahora resulta enormemente fácil la crítica a la actuación del Gobierno. Así, este mismo sábado oíamos a Casado censurar al Presidente por la autorización de la manifestación del 8M. Recordemos que ese día le pareció bien e incluso anunció su participación con su propio esquema y además de manera institucional. Ha utilizado la epidemia para ocultar la batalla de su última división interna, centrando su estrategia con ataques a la prensa. Con el aumento de la epidemia, cambió de estrategia prometiendo "lealtad" al Gobierno de coalición de PSOE y UP, aportando como solución su programa económico y la paralización de la reforma laboral. Las cifras del pasado lunes cambiaron de nuevo la estrategia de Casado y daba un vuelco de 180 grados. Como en los viejos tiempos, atacó al Gobierno porque no había liderazgo político, diciendo que el Presidente se refugiaba en los informes técnicos y que no se estaban tomando las medidas adecuadas. Por su parte, Vox también criticó la manifestación del 8M. No tuvieron en cuenta que dos días después ellos realizaron su concentración en Vista Alegre y la red divulgó los besos y abrazos de Ortega Smith, que ya estaba en observación por síntomas y que resultaría afectado por el coronavirus. No dan la talla.
    Sorprendentemente, Inés Arrimadas ha ofrecido el apoyo de Cs para la aprobación de las Cuentas a condición de evitar subidas impositivas, sin el apoyo de Casado. Una decisión que pudiera ser el origen de un cambio, sin líneas rojas. Veremos.
    Por último resaltar que el teletrabajo puede ser un gran descubrimiento, el enorme valor de la responsabilidad individual y la solidaridad. Destaco a los sanitarios, que pese a ser víctimas, han seguido trabajando y merecen el reconocimiento de todos.

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