Este año el 8-M cae en domingo, por ello la huelga no puede ser general. La harán las comunidades de Catalunya, Aragón y Andalucía, mientras las de Madrid y Valencia optarán por no hacerla. Ante esta situación, la plataforma Comisión 8-M, integrada por asambleas feministas de toda España, no lanzará un llamamiento conjunto sobre la huelga. Sí se mantienen las manifestaciones en las ciudades. Esperemos que esto no merme lo más mínimo, sino todo lo contrario, la presencia masiva en las manifestaciones que se prevén y así España siga manteniendo el liderazgo de la revolución feminista, que puede cambiar la historia.
Este día internacional de la mujer también presenta buenas expectativas: por un lado, ya está redactada la nueva Ley de Educación, conocida ya como "Ley Celaá" por su promotora la Ministra de Educación Isabel Celaá, que contemplará la asignatura de "Valores Cívicos" con un curso en primaria y otro en la ESO y obligará a clases mixtas, aspectos que ayudarán a eliminar los viejos roles con los que se inicia el machismo. También se prepara la Ley de Libertad Sexual que equipará la violencia sexual a la de género y llevará estos delitos a juzgados especializados. El borrador del Ministerio de Igualdad garantiza una red de centros de atención especializada para víctimas de agresiones y acoso sexual y la formación para evitar estereotipos. Leyes que pueden ayudar a la revolución feminista, pero que habrá que vigilar para que salga bien y pronto, pues se adivinan obstáculos.
En cuanto a las posiciones de los distintos partidos de la derecha, sabemos que se ha presentado la nueva agenda de los populares de cara al 8-M. La principal novedad es que el partido acudirá de manera "institucional" a las manifestaciones feministas, aunque lo hará con un manifiesto propio. Recordar que el año pasado el "PP" se negó a adherirse a la manifestación del 8-M porque no compartía el manifiesto de la plataforma organizadora. Le parecía "inadmisible" que se quisiera "enfrentar a las mujeres con los hombres". Parece que existe división interna, pues Cayetana se consolida como un verso suelto en los cuadros del PP, ahora es apoyada por Ayuso, lo que agrava la división. De Cs desconocemos su posición. En cuanto a Vox, sabemos que las mujeres afines convocarán otra manifestación contra el feminismo que llaman “supremacista” y han pensado una marcha para el 10 de marzo por la “apropiación indebida del concepto de mujer”. Por su parte, la coalición de izquierdas del gobierno, tanto PSOE como UP, están de acuerdo con la convocatoria y la apoyarán en las distintas manifestaciones que se convoquen.
Hasta ahora, muchos de los logros conseguidos hubieran parecido imposibles: en el terreno político, en el acceso a la universidad y la investigación, en el deporte..., pero quedan aún muchas conquistas tales como eliminar la brecha salarial, ocupar espacios en los consejos de administración de las grandes empresas, en las bellas artes, sigue siendo escasa la participación del varón en la casa y en el cuidado de la familia... Sin duda la revolución feminista debe seguir y tiene aún un enorme camino por recorrer. Nos cabe el orgullo de que España es clave en esta lucha y que cada vez hay más hombres y mujeres comprometidos.
Por último, hay que recordar que en este tiempo se ha extendido enormemente el pensamiento de la extrema derecha que utiliza la idea de que muchos hombres se sienten víctimas del feminismo y ven su masculinidad atacada, bajo una mirada que les cuestiona. No se ven culpables, pues siguen inmersos en la cultura patriarcal y religiosa en la que se han formado. Hasta cuestionan los crímenes machistas. Tampoco faltan las mujeres que señalan al feminismo como opresor de su feminidad. Todo puede desmontarse desde la injusta realidad existente, no bajando la guardia y no votándolos.
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