domingo, 27 de diciembre de 2020

UNAS DERECHAS CONSPIRANOICAS, QUE USAN LA LIBERTAD COMO COARTADA

    La libertad de expresión agoniza sepultada por unas derechas que se consideran guardianes de sus esencias y obvian, por falta de sensibilidad, que existe otra libertad que es de todos y sirve para mejorar la vida de los pueblos y no solo de unos guardianes que se la expropian para evitar que el pueblo llano se sienta libre. Quizás ese uso de la libertad como coartada se está empleando ahora con La Ley Orgánica de la Educación que ahora termina su recorrido por el Parlamento y que cuenta con el apoyo de 11 partidos políticos que representan once sensibilidades distintas, lo que ya es una garantía, cosa de la que no gozaba la Ley a la que sustituye y que solo contó con el apoyo de la ideología del "PP" y el apoyo de la Conferencia Episcopal. Sin duda aquí ocurre que se prefiere la libertad de todos y no solo la de unos pocos privilegiados.

     Los apoyos directos de unos y los silencios de otros nos indican que apoyan los movimientos de los mandos militares e incluso la del General retirado del Ejército del Aire. Una vez en manos de la Fiscalía, a petición de la Ministra de Defensa, parece que ha vuelto el silencio, dejando claro que ese disparate en una democracia integrada en la UE. no es viable y tampoco tiene recorrido. Pero deja que, pese a todo, existe una derecha conspiranoica, que debe ser observada con atención, a la vez que se debe dar respuesta jurídica a los exmilitares sublevados, para que no vuelva a ocurrir.

    Ahora, los ataques van a la Ley Celaá, utilizando movilizaciones / exhibiciones domingueras en las ciudades, mostrando su poderío, tocando el claxon con fuerza para despertar a todos. Nada educativo...

    Además, Casado no ha dejado atrás sus mentiras y malos modos en actitudes y lenguaje. En esta ocasión, en tierras gallegas, ha atacado ferozmente, de nuevo, a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, por no tomar decisiones conjuntas en todo el territorio para las Navidades. Ha asegurado que Sánchez hace gala de "cobardía" e "incompetencia" al no aplicar unos criterios comunes en el marco de la pandemia de coronavirus, un hecho que considera puede acabar perjudicando al conjunto del país: "Una nación unida tiene 17 planes para la Navidad". Ha olvidado, como siempre, cuando en la primera declaración del Estado de Alarma, le llamo "dictador", en varios momentos por centralizar la gestión de la pandemia, eso sí, dando cuenta al Parlamento. También olvida Casado que el nuevo modelo de gestión se aprobó en reunión entre el Gobierno de España y los gobiernos autonómicos, algunos de ellos del "PP". Lo que más asombra no es que se contradiga, sino el lenguaje que utiliza y los insultos que emplea en sus discursos políticos. Solo se entienden, cuando se generan por el odio.

    Pablo Casado lleva dos años y medio al frente del Partido Popular. Y sin embargo, su liderazgo no termina de afianzarse. Según el CIS, los propios votantes del PP cada vez lo valoran peor, unido a que su gestión les genera mayor desconfianza. Ahora parece ensombrecido por el ascenso en popularidad de Ayuso, Almeida y Feijoo. Ello explica las preguntas impertinentes realizadas en la inauguración del gran hospital para epidemias en Madrid, los otros dos deben irse preparando. Recordemos como trató a su fiel socio, el presidente de Vox, en la moción de censura.

    Como final, esta reflexión: El odio es el sentimiento más terrible del ser humano, mas no vamos a exterminarlo por muchos fiscales, jueces y leyes que dispongamos. Exterminar lo aborrecible no es tampoco la solución. Karl POPPER, se preguntaba: ¿Hasta dónde tolerar a los intolerantes? ¿Hasta dónde reconocer libertad a los enemigos de la libertad?” Aun seguimos sin respuesta. Feliz Navidad.

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