La aprobación de los nuevos presupuestos para 2021 marca el inicio real de una nueva legislatura de tres años de duración. El último tiempo nos ha mostrado la nueva cara de la UE, dando paso a un sentido solidario que hasta ahora se desconocía. Espero que ese grupo de 27 países de la UE nos dé a todos seguridad por esa pertenencia. Quizás sería bueno crear un sistema de defensa que nos permita atender la frontera común. Uno de los principales problemas en este momento es que en el Gobierno de Coalición las discrepancias internas, en muchos caso normales y hasta deseables, ahora son aireadas de manera individual en un aparente afán de notoriedad. Sabemos que tarde o temprano se propondrá la alternativa a la monarquía (España es experta en caídas y restauraciones), pero considerar urgente ese problema puede ser un error. Creo que deben ser prioritarias la gestión social, educativa, de investigación, ecológica, la España vaciada, la igualdad de la mujer, eliminar el desempleo, la solución definitiva de las jubilaciones, la emigración... Pensemos que hace falta una reforma constitucional para votar el referéndum Monarquía o República, reforma que requiere el apoyo de las dos terceras partes del Congreso y del Senado, la disolución de las Cortes y un nuevo apoyo de las nuevas Cámaras con la misma proporción de votos, lo que supone, al menos, el apoyo de 233 diputados del Congreso y 177 senadores. Sería una enorme torpeza acometerlo ahora y mantener un debate constante. Sin duda, es un problema que será necesario abordar, pero ahora no es el momento.
El reciente acuerdo del “Brexit” supone evitar las incertidumbres que hubiera ocasionado un desacuerdo, como también la toma de posesión en Enero de un nuevo Presidente en EE.UU., que, entre otras cosas, apoyará los acuerdos de París. Todo ello nos anuncia que el año se está cargando de acontecimientos que invitan al optimismo. Pero veamos algunos de los importantes obstáculos que tiene que vencer el Gobierno.
El obstáculo inmediato es vencer definitivamente a la Pandemia. La vacunación masiva debe manejarse con cautela, pues su éxito es requisito imprescindible para conseguir hacer crecer la economía a un ritmo importante en dirección a ese nuevo tiempo. Sin olvidar que aún existen en la derecha los viejos “tics” del pasado. Así, el “PP” de Casado está utilizando la campaña de vacunación como un nuevo campo de batalla política, olvidando, como siempre, el envoltorio con el que la presidenta Ayuso decoró las mascarillas que repartió gratis y pronto sacará su patriotismo con Gibraltar, se acuerde lo que se acuerde, ahora que tiene menos espacio para hacer daño.
Por otro lado, el prestigioso diario de EE.UU., The New York Times, ha publicado un reportaje en el que se refiere a los exmilitares españoles que critican al Gobierno y siguen prefiriendo el franquismo, asegurando que, al parecer, no reflejan la opinión de los militares en activo. Explica cómo ”la influencia de la extrema derecha en España en las Fuerzas Armadas se ha convertido también en un problema en otros países, especialmente en Alemania”, destacando el reportaje que Vox sigue creciendo y ya es el tercer partido del Congreso español. El periódico destaca varias imágenes con productos de ‘merchandising’ de Vox, como llaveros e insignias, junto con algunas fotografías del dictador. Todo ello lo explica el hecho de que tras el fallecimiento de Franco y con la llegada de la democracia a España, el Ejército quedó “completamente intacto”, ahora a las órdenes del Rey. Falta renovar el CGPJ, para garantizar la independencia judicial y asumir que en la democracia que usa la derecha no hay empatía ni diálogo. Por si fuera poco, las elecciones catalanas tienen a Illa como candidato del PSC. Feliz año 2021, que nos lleve a ese nuevo tiempo, en el que nadie quedará atrás.
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