domingo, 24 de enero de 2021

2021, EL AÑO DE LA ESPERANZA, COMENZÓ CON MAL PIE

     El año 2020 ha sido un año desastroso. La llegada de la pandemia a España en marzo puso a prueba no solo a la maltrecha sanidad heredada de Rajoy, sino que también fue causa de enormes desastres en la economía. Pese a todo, el año se despedía con esperanza: la UE. realizó una tarea solidaria desde el plano económico que marcó historia. En España, un gobierno de coalición PSOE-UP, encabezado por Pedro Sánchez, consiguió aprobar los PGE para el 2021 con un enorme crecimiento gracias a los apoyos de la UE. Por otra parte, la OMS aprobaba varios tipos de vacunas, marcando, sin fecha, el final del virus. También finalizó la era Trump, con todo lo que ello puede representar. Parecía que en 2021 habría recuperación, pero no ha sido así. La pandemia superó en su tercera subida todos los pronósticos y para colmo apareció la borrasca Filomena, y  como ya es costumbre, dio origen a una nueva bronca política.

    Ahora, como antes, la lealtad de los gobiernos autonómicos brilla por su ausencia. Así mismo Casado y Abascal siguieron compitiendo sobre quién dirá la mayor burrada contra el Gobierno y la crisis apareció con su peor cara, y volvió el odio.

    La borrasca, como antes hiciera la pandemia, ha dejado una señal indeleble en el Madrid de Ayuso, quien sigue haciendo de las suyas de manera inexplicable, pese a que el mismo Casado la dejó en ridículo, al preguntar en voz alta donde estaban los quirófanos, en el mismo momento de la inauguración del gran hospital de las pandemias, que tampoco disponía de personal sanitario. Ahora quiere vengarse de los que se negaron a ir al nuevo centro, saltándose la ley en los concursos.

    Pero la borrasca Filomena también descubrió las dotes de Díaz Ayuso, que ha tenido a Madrid con enormes problemas de todo tipo, hasta dos semanas después. Pese a ello se defendió diciendo: “Nadie me previno de que iba a ser de tal magnitud”. Sin embargo, la Agencia de Meteorología (AEMET), el 31 de Enero, anunció la enorme e histórica nevada que se venía sobre España en general y sobre Madrid en particular, anunciando incluso las bajas temperaturas que seguirían. También se puso a su disposición los servicios de la UME, que tanto censuró, poniendo el grito en el cielo por su partida, culpando al Gobierno en general y a su presidente en particular por su odio a Madrid. No tuvo en cuenta Ayuso que cuando ordenó rebajar de 2 a 1 el grado de Filomena, suponía, automáticamente, la salida de ese servicio. Ahora su política consiste en proteger la economía antes que la salud, además de mangonear los datos.

    Por su cuenta, el líder del PP, Pablo Casado, tuvo la ocurrencia de pedir que parte de los fondos europeos que llegan a España para hacer frente a los estragos del coronavirus se destinaran a sofocar las consecuencias de Filomena. Sin embargo, los expertos avisaron que eso no tendría sentido. Así lo ha deslizado la profesora de Derecho de la Universidad de La Rioja, Mariola Urrea, quien ha calificado, en una conversación en la Cadena Ser de "ignorante" al presidente popular. Como no tiene soluciones, solo tiene ocurrencias. También tendrá que explicar cómo hace compatible su sentido patriótico, apoyando a los  independentistas en la nueva fecha electoral, que evidentemente favorece sus intereses.

    Por último reprochar las palabras de Pablo Iglesias, comparando la huida y el confortable retiro de Carles Puigdemont con la masiva salida andando y cargados con sus enseres de los miles de exiliados republicanos españoles, muchos catalanes, que fueron aparcados cerca del mar entre alambradas y algunos terminaron en los campos de exterminio. Y ahora, responde con soberbia, dejando claro que no admite lecciones.

    Afortunadamente el pasado día 20 vimos la toma de posesión de Joe Biden con la esperanza de que muchas cosas pueden cambiar. Pese a todo, aun hay ilusión.

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