domingo, 30 de septiembre de 2018

LA ACTUAL POLÍTICA DEL "TODO VALE"

    Hay personas que tienen una gran facilidad para mentir y que normalmente se corresponden con aquellas cuyo modelo ético asume que el fin justifica los medios. Personajes que han devaluado la política, hasta transformarla en un oficio indigno, donde la mentira, las posverdades y la demagogia justifican su uso para alcanzar el poder.
    El pasado sábado 22 de septiembre, Pablo Casado decía en Valencia: "Tenemos un orgullo de pertenencia al PP. Que en la Comunidad Valenciana no hay que arrastrar los pies ni agachar la cabeza cuando pertenecemos al partido que más ha hecho por esta tierra. Porque la Comunidad Valenciana, antes de que gobernara el PP, era irreconocible. No había las infraestructuras, ni las autopistas, ni aeroportuarias, ni de alta velocidad. Ni había la llegada de infraestructuras culturales o de patrimonio por las cuales la gente viene. O no había ese impulso del turismo, de la gastronomía. En definitiva, era una comunidad autónoma en blanco y negro" "no voy a permitir que nadie oscurezca un legado impecable de servicio a todos los valencianos de un partido que es el que más ha hecho por esta tierra". Pregunto: ¿Es que Casado ignora la corrupción de su partido en esa tierra, los enormes gastos inútiles, los muchos altos cargos procesados o encarcelados, las traiciones, los colegios prefabricados...?
    En Valencia, también dijo sobre el problema catalán: "la situación de Catalunya ahora se asemeja a la Alemania de los años treinta” y  ha repetido en otros lugares: "el final de Lluís Companys, le espera a Carles Puigdemont". ¿Son el lenguaje violento, la mentira histórica y la aplicación del 155 las únicas soluciones para Cataluña?
    En la UE, abogó por la abstención y por tanto, por no sancionar al presidente de Hungría, el pasado miércoles 12, en el Europarlamento. Votaron a favor 448 con el apoyo de la mayoría de los integrantes de la familia conservadora europea, frente a 197. Se le acusaba al presiente húngaro, de poner en riesgo los valores fundamentales de la UE, haciendo hincapié en "la independencia judicial, la libertad de expresión, la corrupción, los derechos de las minorías y la situación de migrantes y refugiados". Acusaciones que nos traen cercanos recuerdos, justificando su respaldo al presidente húngaro por su "apoyo" al Ejecutivo de Rajoy en lo que respecta a Catalunya. 
    El pasado viernes, el Supremo rechazaba investigar a Casado porque no veía delitos pese a los "indicios de que se ha dispensado un trato de favor al aforado". Por su parte, la cadena Ser ha informado que la Audiencia Provincial de Madrid, en el caso de otros dos acusados por la misma jueza instructora y en el mismo caso afirma: "La investigación ordenada en absoluto puede considerarse prospectiva, al centrarse en unos hechos concretos, que pudieran estar en relación de continuidad delictiva con otros y no en una causa general contra determinada persona o personas, analizando su conducta en su globalidad". Termina la resolución: "Difícilmente podría el juzgado indicar a la Policía que no investigue unos hechos delictivos o que no ponga en su conocimiento hechos relacionados con los anteriores, si al hilo de la investigación policial surgen nuevas cuestiones, nuevos hechos delictivos o sencillamente hechos delictivos similares, ..."
     ¿Qué demos pensar ahora de los aforamientos?
    Por último, los audios aireados interesadamente por Villarejo, están incluidos en el sumario que le afecta y constituyen una extorsión al Estado; por ello, las revelaciones del excomisario no deberían encontrar ningún eco, pues además de violar el derecho a la intimidad, están beneficiando su negocio. Sin duda, sólo se hacen eco los que creen que todo vale y los ingenuos. Ahora resulta que Casado se reunió a comer con Villarejo antes de las elecciones de diciembre de 2015, y no recuerda nada. ¿Debería dimitir?

No hay comentarios:

Publicar un comentario