domingo, 2 de septiembre de 2018

NUEVO CURSO POLÍTICO

    Septiembre  marca  el comienzo del nuevo curso político, además este año, en el domingo próximo, se cumplirán cien días de gobierno de P. Sánchez, sin que la oposición haya respetado un solo día del tiempo de cortesía que se acostumbra en las democracias de nuestro entorno. Quizás debamos recordar que durante la Moción de Censura se marcaron las líneas para una oposición bronca: primero, el propio Rajoy calificó la llegada al poder de Sánchez como "ilegítima"; un error de concepto que siempre mantuvo al considerar también ilegítimo que no gobierne el partido que saque el mayor número de votos, descalificando así a los gobiernos de coalición de las naciones democráticas, incluida España, donde son los parlamentos elegidos los que nombran a los presidentes de Gobierno. Añadir que en España la Moción de Censura se reconoce en la Constitución. Pese a todo, cien días después, se sigue repitiendo lo mismo, ahora la usa Rivera para "exigir" elecciones anticipadas, pues cree que ganará.
    También Rajoy y Rivera resaltaron en ese acto: "existe pacto secreto con nacionalistas y populistas", lo que ha dado pie a Casado para seguir repitiendo, ante cualquier suceso, que Sánchez ayuda a Puigdemont; a la vez que Cs sigue exigiendo la aplicación inmediata del 155, sin el apoyo de legalidad alguna. Quizás convenga recordar que la derecha española debe salir de su confortable amnesia y recordar que los votos de Sánchez tuvieron como fondo general "que todos querían echar a Rajoy"; que  fueron la corrupción, la búsqueda de la impunidad y la destrucción de pruebas, los inmediatos culpables. Por último, recordemos otra: "Sánchez quiere el gobierno a toda costa" que repetían Rajoy y su portavoz el día de autos. La respuesta de Sánchez fue: "Es usted, aferrándose al cargo, quien asume la autoría de la moción", después de haberle exhortado a que abandonara el gobierno y que si lo hacía, él retiraría la moción. Rajoy replicó: "No tengo intención de irme salvo que el Parlamento me retirara la confianza". La herencia de Rajoy marca, aunque creo que seguirá siendo para mal. 
    Es cierto que el Presidente Sánchez, en esos casi cien días, ha cambiado o matizado su posición: unas veces para adaptar la senda jurídica elegida, por surgir nuevas dificultades y otras para perfilar mejor la dirección a seguir. Tales han sido los casos del traslado de los restos de Franco, su postura ante la denuncia de Puigdemont al Juez Llarena y la devolución de los migrantes que entraron por Ceuta empleando la violencia, causando heridos en la policía, expulsión para la que se aplicó la legalidad que le daba el viejo acuerdo con Marruecos, deteniendo incluso a los cabecillas del asalto anterior, causando un importante golpe a las mafias. También el caso del barco de migrantes, el segundo Aquarius, que no recibió ayuda en sus primeras horas, para forzar la posición europea, consiguiendo el reparto posterior. Pudieron existir algunas lagunas informativas, pero espero que a los cien días estén corregidas.
    Por otro lado, es importante que la oposición distinga, en su relación con el Gobierno, "los Asuntos de Estado", que en este momento son claramente: Cataluña y la migración. El populismo de la oposición buscando el voto ha conseguido dañar a España, pretendiendo hacerlo al Gobierno: cuando dicen que Sánchez y Puigdemont son iguales; o la frecuencia con que el "PP" critica a Sánchez, con mentiras; en la acogida o expulsión de migrantes, sin preguntar ¿por qué?; o cuando Cs se dedica a quitar lazos, agrediendo a TV. Buscar votos no lo es todo en política. Recordemos otra vez, que Sánchez ayudó a Rajoy, pese a diferencias en el método y fueron unidos en el peor momento del conflicto. Con crispación, no se ayuda a la solución. En menos de otros cien días, espero que se aprueben los presupuestos más sociales de la democracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario