domingo, 1 de noviembre de 2020

TODO SIGUE IGUAL

  A las pocas horas de la aplaudida intervención de Casado en el Congreso, las dos derechas siguen utilizando la pandemia como instrumento político y parece que la renovación del poder judicial va para largo, debido principalmente a la aparición del caso Kitchen. La reforma del Gobierno debe seguir adelante. Además, según una buena parte de las encuestas, siguen más lejos de la mayoría absoluta, al carecer de aliados necesarios en el resto del hemiciclo. También, el "PP" de Casado crece ligeramente pero no llega a los añorados 100 escaños. Mientras que Vox invierte su tendencia a la baja y supera los resultados de noviembre de 2019, lo que no sucedía desde hace más de seis meses. Ciudadanos, por el contrario, se estanca y obtendría un resultado similar al de hace un año y UP sigue bajando. Reconocer que las encuestas a veces no aciertan, pero el ambiente político ha cambiado poco, igual que la postura del "PP" de Casado, pese a que se ha definido así mismo, en su intervención, como líder del centro/derecha. La realidad es que sigue en el mismo esquema del viejo discurso anterior, reconociendo que ha bajado el número de insultos. Un avance posiblemente efímero.

Dentro de la lógica de ese centro/derecha, el que dice liderar, parecería lógico el apoyo a una propuesta de Estado de Alarma, supervisado por expertos, cuyas propuestas son similares a las que se realizan en la UE y aconseja la OMS, que han apoyado la inmensa mayoría de las autonomías. Pero no, el "PP" de Pablo Casado estaría dispuesto a apoyar el estado de alarma que aprobó el Consejo de Ministros el domingo pasado, siempre y cuando no supere las ocho semanas. Es decir, finalice a mediados de diciembre. No ha ocultado que su intención es llegar a las fiestas de la Navidad con las menores restricciones posibles para revitalizar la economía. "Queremos salvar la campaña navideña", han sido sus palabras en el Congreso Nacional de la Empresa Familiar. Es decir, que esté como esté la situación de la pandemia, todo quedará supeditado a las celebraciones navideñas. La propuesta del Gobierno dice que si los casos fueran bajando la curva y cumplidos los parámetros necesarios, la propuesta del Gobierno, suspendería igualmente el Estado de Alarma. Todo apunta a que Casado prefiere salvar la economía de algunos, a la salud de los españoles. Igual que antes, pues apuesta por un tiempo, ocho semanas, que no resulta viable para la mayoría de técnicos, teniendo en cuenta que en España, en el último tiempo, la cifra de muertos ha subido hasta 267 en un día. ¡Ojalá fuera todo tan rápido como lo ve Casado!

La segunda condición para justificar la negativa: pretende que se haga una normativa específica para la emergencia del coronavirus, lo que exigiría aprobar una ley deprisa y corriendo o retrasar indefinidamente el comienzo del Estado de Alarma, lo que sería un disparate. Una condición que convendría, si piensa mantenerla, que marcara el camino para su elaboración, pues no es fácil justificar la parada de muchos días para una salida jurídica que ya existe. Máxime si tenemos en cuenta el último parte mencionado de número de muertos diario. Espero que recapacite y que todos juntos, apoyando las razones de los expertos, podamos vencer al virus. No cabe duda de que con un plazo largo se evita que se corte el Estado de Alarma antes de tiempo y se empiece una durísima segunda parte, como ya recordará que nos ha ocurrido. 

El pasado miércoles, Sánchez ofreció revisar el Estado de Alarma en marzo y aceptó dar explicaciones cada dos meses en el Congreso, además de discutir la situación en las reuniones con las autonomías, pero Casado le acusa de querer esquivar el control parlamentario. Olvidan que Sánchez ha comparecido en las Cortes mucho más que Rajoy en todos sus años. Todo sigue igual, pese a la abstención final de su voto.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario