Santiago Abascal se fue inclinando por una mayor dureza y un discurso bélico sin matices, agrandando las diferencias que en ambos líderes existían. Ambos pidieron al Gobierno acciones "contundentes", pero las formas fueron distintas. El tema migratorio ha sido desde hace dos años un elemento diferencial entre ambas siglas y lo sigue siendo ahora, cuando Vox ha redoblado recientemente estos mensajes.
Los populares, bien aconsejados, han reforzado su papel como partido de Estado y han optado por firmar una suerte de tregua política al más alto nivel en las últimas horas. Casado, además, telefoneó a Sánchez para trasladarle su apoyo a la soberanía española, si bien reclamó un refuerzo de los cuerpos de seguridad y militares, como él mismo se encargó de publicitar en Twitter: "He hablado con Pedro Sánchez para apoyar la soberanía nacional en Ceuta y Melilla y la integridad territorial de España. Y pedir el refuerzo de la Policía, Guardia Civil y Ejército para defender la frontera y coordinar con Marruecos la devolución inmediata de los inmigrantes", poco antes de que el Ministerio de Interior comunicara la repatriación de más de 3.200 personas. También Núñez Feijóo añadió: "es el momento de la unidad".
Ya este lunes, Vox se encargó de confrontar directamente con el "PP" a través de su cuenta de Twitter, ironizando sobre un tuit de Casado en el que abogaba por la devolución de los migrantes. "Nos alegramos de que ya no se vea como xenofobia pedir que los ilegales sean devueltos inmediatamente", afirmaban en la cuenta oficial. Algunos dirigentes de la formación recordaban la reciente decisión de populares de pactar los Presupuestos con el PSOE en el Gobierno Central. Casado ha vuelto a sus formas contra el Gobierno, incluso ha demostrado su bajo nivel en Derecho cuando ha dicho que si el Gobierno no sigue el informe del TS, estaría incumpliendo la Ley. Debería saber que la decisión, una vez oído al TS, es decisión del Gobierno, por ello, las derechas plantean otro Colón, mientras el "PP" sigue acorralado por la corrupción.
La postura de Casado en los comienzos era difícil de mantener y de hacerla compatible con sus exhibiciones de patriotismo. Esperemos que esta crisis se resuelva y mantengamos unas buenas relaciones con Marruecos, pese a su embajadora.
Me gustaría cerrar con tres buenas noticias: el acuerdo entre Gobierno, Patronal y Sindicatos sobre los ERTE, la ley del TELETRABAJO, aprobada por unanimidad y que este mes, por el fin de algunos ERTE, han vuelto al trabajo 80.000 personas.
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